nubes de fresa



El día que vi esta receta en el blog la manzana roja sentí un flechazo total y unas ganas tremendas de probar y comprobar por mí misma cuál era el sabor y la textura de estas nubes... y realmente ha sido una sorpresa, porque saben muy parecidas a las que compramos en las tiendas y son realmente fáciles de hacer!

Así que ya sabéis, si todavía os encantan las chucherías como a mí, queréis pasar un rato divertido y sentís curiosidad, poneos manos a la obra :)

Un saludo enorme a todos!

Ingredientes
1 sobre de gelatina neutra
1 sobre de gelatina de fresa
200 ml de agua
200 gr de azúcar
azúcar glas para el acabado

Calentar el agua en un cazo y cuando esté caliente añadir el azúcar normal y la gelatina neutra.

Con el fuego al mínimo mezclar con una cuchara o unas varillas y una vez se haya disuelto la gelatina neutra añadir el sobre de gelatina de fresa.

Apagar el fuego y remover constantemente durante 5 minutos.

Echar la mezcla en un bol grande y dejar enfriar más o menos 20-30 minutos. No debe llegar a cuajar.

Una vez esté fría, coger la varilla eléctrica y montar la mezcla. Igual que si hiciéramos claras a punto de nieve. Se formarán muchas burbujas y la mezcla se hará muy espumosa.

Forrar bien un molde con papel de horno (esto es muy importante, luego os explico). Yo utilizo un molde tipo cake para hacer después formas de cubos pero podéis si queréis utilizar también un cortapastas, aunque ya os aviso que la mezcla se queda muy pegajosa.

Verter la mezcla en el molde y dejar reposar en la nevera hasta el día siguiente.

A la mañana siguiente desmoldar sobre una tabla de cortar. Y aquí os daréis cuenta de la importancia de forrar el molde porque la mezcla se pega a todo! :) Pero si habéis puesto el papel no os preocupéis porque no vais a tener ningún problema.

La manera más fácil que yo he encontrado para hacer las nubes es una vez hechos los cortes en la masa coger una bolsa de plástico pequeña y echar el azúcar glas. Con la mano vamos despegando los cubos que hemos cortado y siempre de uno en uno lo echamos en la bolsa directamente al azúcar glas para que no se pegue y agitamos para que quede cubierto. Lo sacamos y hacemos igual con todos.

Guardarlos en un recipiente de cristal y a disfrutar!

pretzels suaves



Hola de nuevo a todos!
Aunque no pueda actualizar tan a menudo continúo cocinando, experimentando y mirando todas las cocinas que me gustan y hoy
por fin os presento estos pretzel suaves, cuyo detalle más característico en mi opinión es que previo al horneado se sumergen en una mezcla de agua y bicarbonato sódico que les da un característico color marrón y un especial sabor.

Vamos con un poco de
historia de este pan... las fuentes difieren en el tiempo y lugar del origen de este tipo de pretzel pero su uso en los emblemas de productos de panadería en el sur de Alemania está documentado al menos desde el año 1.111.
Su nombre proviene de la
palabra alemana brezel, derivada del latín bracellus, que significa brazo pequeño y este nombre se debe a que la forma de este panecillo recuerda a dos brazos entrelazados.

La primera representación de un pretzel se encuentra en el manuscrito medieval Hortus Deliciarium, elaborado por la Abadesa Herrada de Landsbergen en Alsacia. Era una enciclopedia con bellas
ilustraciones
, siendo en gran parte un compendio de los conocimientos del siglo XII. En una de las miniaturas de este códice aparece la escena de un banquete y sobre la mesa se observa un bretzel a la derecha del rey.

imagen extraída de: http://es.wikipedia.org/

En Estados Unidos son también
muy conocidos pero son muy distintos a los pretzel suaves y se denominan pretzels duros ya que son tipo galleta, finos y crujientes, y no se les baña en agua con bicarbonato. Los pretzels suaves tradicionalmente son del tamaño de una mano mientras que los duros son pequeños, de unos 3 o 4 mm de espesor.
Los pretzels duros son también consumidos cubiertos de chocolate, o como palitos de pretzel con una capa de caramelo o yogur.

Ingredientes (salen unos 12)
360 ml agua templada
1 paquete de levadura seca de panadería
1 cucharadita azúcar moreno
630 gr harina
2 cucharaditas de sal

1,5 l de agua
60 gr bicarbonato

Para la superficie, sal gruesa y semillas de sésamo (también se les puede poner semillas de lino, de amapola, pipas, etc)

En el fondo de un bol grande disolver en el agua templada la levadura y el azúcar. En otro cuenco juntar la harina y la sal.

Poco a poco ir añadiendo la harina en el bol donde tenemos el agua con la levadura y el azúcar disuelta removiendo constantemente

Continuar removiendo hasta que la mezcla esté suave, amasando unos 4-5 minutos. Formar una bola, engrasarla con un poco de aceite y dejarla reposar en un bol tapado con un plástico de cocina durante 1 hora.

Una vez pasado este tiempo comenzar a formar los pretzels. Os dejo esta guía que resulta muy útil para ver los pasos:

imagen extraída de: http://bread.pbworks.com/

Mientras dejamos reposar un momento los pretzels preparar una bandeja de horno con un papel sulfurizado por encima y echar sal gorda y semillas de sésamo sobre éste.

Poner el agua al fuego en una olla baja y amplia o en una sartén grande. Añadir el bicarbonato y llevar hasta que hierva suavemente.

Con cuidado echar el pretzel en el agua y contar hasta 30. Hay que tener un poco de maña para que mantengan la forma pero con un poco de práctica os saldrá. En esos 30 segundos el pretzel irá subiendo y flotará. Lo sacamos con una espátula y lo dejamos sobre la bandeja de horno. Espolvoreamos la parte superior del pretzel con sal y sésamo.

Hornear a 230º durante 8-10 minutos, hasta que estén doraditos. Ya veréis qué color más bonito tienen y sin necesidad de pincelarlos con huevo.

Advertencia, son para comer el mismo día porque se van quedando duros. En alguna receta dicen que se pueden congelar después de horneados pero yo no lo he probado todavía.

galletas de chocolate y aroma de azahar



La tarde de ayer tenía ganas de hacer algo dulce y estuve buscando una receta de galletas. La encontré en el estupendo blog el monstruo de las galletas y además de regalo me llevé su reflexión sobre el tiempo dedicado a uno mismo.

Así que eso mismo hice yo y me metí en la cocina en la que al principio hacía un poco de frío pero que en poco tiempo se llenó de azúcar, harina, aroma de azahar y del reconfortante calorcito del horno encendido...

Y si encima de pasar un par de horitas relajada y en tu mundo salen unas galletas ricas... ¿qué más se puede pedir?. Son muy fáciles de hacer y estupendas para acompañar la sobremesa o para el desayuno... con decir que a esta hora ya no queda ni una sola.

Feliz semana a todos! :)

Ingredientes (20 galletas)
150 gr harina
60 gr mantequilla
50 gr almendra molida
50 gr azúcar
1 yema de huevo
1 y 1/2 cucharada de aroma de azahar
100 gr de chocolate para cobertura

Mezclar en un bol la harina con la mantequilla que deberá estar a temperatura ambiente.

Echar la almendra molida y el azúcar y mezclar con una cuchara de madera o con las manos.

Añadir ahora la yema de huevo y el aroma de azahar y volver a mezclar.

Una vez integrados todos los ingredientes intentamos hacer una bola con la masa, la estiramos un poco, la pasamos a un film y le damos forma de cilindro quedando envuelto por el film. Yo no conseguí hacer un cilindro perfecto y me quedó más achatado pero no es problema, no os preocupéis. Dejamos reposar en la nevera por lo menos 1 hora para que endurezca un poco.

Transcurrido el tiempo sacamos de la nevera, retiramos el film y cortamos rodajas de medio centímetro más o menos.

Las vamos pasando a la bandeja con papel de horno y las hornearemos a 170º durante 10-12 minutos. No dejéis que se doren mucho que están más ricas blanquitas así que si es necesario bajáis un poco el fuego.

Cuando estén hechas las dejamos enfriar antes de darles la cobertura de chocolate.

Para la cobertura derretimos el chocolate al baño maría y vamos sumergiendo las galletas de una a una hasta la mitad y las dejamos enfriar totalmente sobre papel de horno para que el chocolate endurezca.

sopa de ajo



Me encantan las sopas y hay que ver cómo reconfortan cuando hace frío. Esta es una de las más sencillas de preparar y con muy pocos ingredientes se puede conseguir una sopa tradicional y deliciosa.

Confieso que me encanta el ajo y el picante y esta receta tiene ambos y en buena cantidad así que si queréis podéis variar las cantidades de estos ingredientes para hacerla más a vuestro gusto.

Ingredientes
1 l. de caldo de jamón
9 ajos
100 gr. de jamón serrano en lonchas finas
1 trozo de pan del día anterior
1 cucharadita de pimentón dulce
1 cucharadita de pimentón picante
sal

Primero podemos preparar los ingredientes para tenerlos a mano ya que después la sopa se hace en un momento.

Pelamos los ajos y los fileteamos gruesamente.

Vamos cortando con unas tijeras trocitos de jamón que yo prefiero utilizar en lonchas finas ya que para mi gusto queda más delicado que en tacos.

El pan lo cortamos en rebanaditas finas, no importa que se rompa.

En una olla ponemos 2 o 3 cucharadas de aceite a calentar a fuego muy bajo y echamos los ajos para que se hagan lentamente. No dejaremos que se doren demasiado, sólo que tomen un poco de color.

Cuando ya estén hechos los ajos echamos el jamón en la olla y removemos con una cuchara de madera.

Lo siguiente será echar el pan y volver a mover todo. Cuando el pan esté un poco doradito echamos una cucharadita de pimentón picante y otra de pimentón dulce, un poco de sal y removemos con premura para que no se queme el pimentón.

Una vez esté todo removido echamos el caldo de jamón. También podemos echar agua pero tendrá menos sabor, y si no tenéis caldo de jamón hecho, de todos los que se comercializan os recomiendo fervientemente el de la marca Aneto que me parece excepcional.

tarta de zanahoria



Hoy os traigo una de mis tartas preferidas y para mí un descubrimiento sorprendente en su día. Y es que la primera vez que me la dieron a probar torcí un poco el morro pensando "¿zanahoria? ya verás que esto va a saber a verdura y no me va a gustar" y madre mía, estaba deliciosa!

Me encanta por la suavidad y humedad que le da la zanahoria y el sabor dulce pero no excesivo que hace que sea una tarta nada empalagosa. El relleno le da también un punto de contraste de lo más interesante con esa pequeña acidez del limón y en mi opinión no debería faltarle nunca.

Espero que os guste :) besos a todos!

Ingredientes
225 gr harina
1 cucharadita de levadura
150 gr azúcar moreno
50 gr azúcar blanco
240 ml aceite
3 huevos
cáscara rallada de una naranja
1 cucharadita de canela
1 cucharadita de jengibre rallado
2 zanahorias grandes ralladas o trituradas en un robot
90 gr nueces picadas

Para el relleno
200 gr queso crema (puede ser tipo de los de untar o mascarpone.. el que más os guste)
zumo de medio limón
90 gr azúcar en polvo

Mezclar el azúcar, el aceite y los huevos. Añadir la ralladura de cáscara de naranja, la canela y el jengibre rallado.

Juntar la harina con la levadura y tamizar por encima de la mezcla húmeda anterior. Remover hasta que esté todo bien mezclado.

Añadir a la mezcla las zanahorias previamente ralladas o trituradas en un robot y las nueces que también hemos picado. A mí me gusta dejar unas cuantas casi enteras para encontrármelas luego como un regalo cuando se toma la tarta.

Para esta tarta suelo utilizar un molde de unos 18 cm de diámetro porque me gusta que quede más bien alta. Untamos el molde con mantequilla, enharinamos y vertemos la mezcla.

Precalentamos el horno a 180º y horneamos de 1 hora a 1 hora y cuarto, probando que esté hecha insertando un pincho hasta que salga limpio.

Una vez fuera del horno dejamos reposar hasta que se enfríe.

Mientras se hornea la tarta podemos ir preparando el relleno. En mi caso y para hacerla más ligera sólo la relleno pero podéis utilizar esta mezcla, doblando las cantidades de los ingredientes, para hacer también el glaseado y cubrir toda la tarta.

Mezclamos el queso crema, el zumo de limón y el azúcar. Lo reservamos en la nevera.

Cuando la tarta se haya enfriado la cortamos por la mitad y untamos con la mezcla de queso.